No cabe duda que la patología de cadera es compleja, tanto por su anatomía como por su fisiología y su biomecánica, esto hace que en muchas ocasiones las personas sufran dolor de cadera durante largos periodos.
En ocasiones, debido a la duración de los síntomas, y a la falta de un buen asesoramiento y manejo del dolor, algunas personas buscan soluciones desesperadas.
Cada paciente es diferente, y necesitará un tratamiento individualizado, pero la evidencia y nuestra experiencia en el tratamiento de lesiones de cadera, nos permiten identificar 5 acciones a evitar cuando tienes dolor de cadera.
1.- Tratamientos pasivos para el dolor de cadera
La mayoría de las lesiones y patologías de cadera responden mejor a enfoques activos de tratamiento (ejercicio terapeútico). Aunque la terapia manual, o las infiltraciones pueden tener efectos a corto plazo, generalmente son superados por el tratamiento activo a medio y largo plazo.
En las situaciones en las que la intervención quirúrgica es inevitable, los pacientes que reciben un tratamiento postoperatorio enfocado en terapias activas obtienen mejores resultados que los que solamente reciben terapias pasivas.
2.- Tratar todos los dolores de cadera como si fueran iguales
Existen una gran cantidad de causas por las que una persona puede sufrir dolor de cadera, tendones, músculos, articulaciones y nervios -entre otras- pueden ser fuentes de dolor en la cadera. Además, en cada paciente con dolor de cadera, puede existir más de una fuente relacionada con los síntomas que sufre.
En cada paciente con dolor de cadera pueden coexistir diferentes alteraciones funcionales, como dificultad para subir escaleras, permanecer sentado o correr, y relacionado con estas alteraciones de la función pueden estar aspectos como falta de fuerza en los glúteos, rango de movilidad de cadera y muchos otros.
¿De verdad crees que se puede tener éxito tratando a todos los pacientes con dolor de cadera de la misma forma?
3.- Obviar la columna lumbar y la articulación sacroilíaca cuando tienes dolor en la cadera
No todo lo que duele en la zona de la cadera tiene por qué ser la cadera, la columna lumbar y la articulación sacroilíaca, son posibles fuentes de dolor en la cadera y uno de los primeros pasos que debe hacer un buen fisioterapeuta es descartarlos antes de enfocar el tratamiento en la cadera.
4.- Buscar soluciones mágicas para el dolor de cadera
Desgraciadamente, no existen tratamientos mágicos, y si llevas bastante tiempo con dolor de cadera seguramente el tratamiento requerirá trabajo y tiempo, no te fíes de quien te venda soluciones fáciles, aunque al principio pueda parecer que ayudan, a largo plazo no se suele encontrar beneficios, además crean dependencia ya sea de un terapeuta o una técnica y no promueven la autoeficacia ni la autonomía.
5.- Dejarse llevar por mensajes catastrofistas sobre patología de cadera
Lo que se ve en una resonancia magnética o una radiografía, es solo una imagen, no refleja a la persona que tenemos delante.
Los seres humanos somos complejos. Existen muchos casos de personas sin ningún dolor y con hallazgos de lesiones en las radiografías o resonancia de cadera. El dolor es mucho más complejo que todo eso.
No te fíes de diagnósticos catastrofistas y llenos de ideas anticuadas, como que “tienes una cadera de una persona mayor”, “tienes una trocanteritis de caballo” o “no sé como puedes andar con esa cadera”, estos comentarios no han ayudado nunca a nadie y solo reflejan la ignorancia de quien los realiza.
Busca un fisioterapeuta que te explique lo más certeramente posible, qué te ocurre, cuánto va a durar, qué puede hacer por ti y qué puedes hacer tú por ti mismo.