En la práctica del método Pilates, o prácticas dirigidas de ejercicio físico basado en los ejercicios de Pilates, evidentemente se cometen errores, esto no es exclusivo de este tipo de clases dirigidas, pero basándome en mi experiencia, existen unos errores característicos que merece tener presentes  como instructores o como participantes.

Se puede practicar “Pilates” por diferentes motivaciones, en el caso de nuestra clínica de fisioterapia en Bilbao, la mayoría de los pacientes lo utilizan como ejercicio terapéutico, debido a esto, nuestras clases de Pilates tienen unas características concretas, ya que nuestros pacientes tienen necesidades específicas, en este post comentaré algunos de los errores más comunes que bajo mi punto de vista se suelen cometer en las clases de Pilates según mi propia experiencia y las experiencias que me han trasladado mis pacientes.

Pretender hacer lo mismo que los demás en las clases de Pilates.

Tenemos que tener en cuenta que cada uno tenemos diferentes necesidades, especialmente si hacemos “Pilates” como ejercicio terapéutico, es importante centrarnos en nosotros mismos y no compararnos con los demás, dentro de una clase seguramente algunas personas tendrán dificultades con unos ejercicios y otras con otros. No hace falta que hagas las cosas como los demás.

Ser demasiado estricto en la aplicación del método Pilates.

Cuando hacemos Pilates con pacientes, muchas veces no podemos realizar todos los ejercicios de forma estricta, tendremos que buscar la forma adecuada de realizar el ejercicio para cada persona, muchas veces utilizando soportes que faciliten la realización del ejercicio y otras modificando el ejercicio o incluso sustituyéndolo por otro.

No tener una programación en las clases de Pilates.

Debemos de tener claro, que si queremos mejorar nuestras capacidades físicas, la mejor forma de hacerlo es realizar una valoración inicial, establecer unos objetivos a corto, medio y largo plazo y posteriormente realizar una programación para alcanzarlos, sin esto, la progresión de nuestros pacientes difícilmente será óptima. Hay que tener en cuenta además, que no es lo mismo realizar una programación y prescripción de ejercicios para personas con y sin dolor.

No realizar una valoración previa de los Pacientes.

Enlazando con el anterior punto, debemos de tener en cuenta que difícilmente lograremos unos objetivos con nuestros pacientes si no realizamos una valoración inicial que conlleve un análisis de su historia clínica y una valoración de la capacidad funcional del paciente. Si no sabemos de donde salimos será difícil que llevemos al paciente por el camino adecuado.

Poner demasiados objetivos en una misma clase de Pilates.

El método Pilates se basa en diferentes principios, respiración, elongación, activación del core, etc, y durante la clase se van dando indicaciones respecto de cada uno de estos principios, esto, en ocasiones,  puede terminar siendo agobiante, establecer un objetivo principal al inicio de la clase puede servir para estar más centrados y no dejarnos abrumar por la cantidad de aspectos a los que debemos estar atentos, en ocasiones menos es más.

 

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