La lumbalgia o dolor lumbar es una dolencia muy común, de hecho es la mayor causa de años vividos con discapacidad, es decir, es la causa más común por la que la gente está incapacitada puntual o permanentemente a lo largo de su vida en España y en otros países como Australia, Francia, Alemania o Italia como podemos ver en el gráfico publicado por Josep Maria Haro  y su equipo en la prestigiosa revista BMC (1).

 

Gráfico de lumbalgia y otras dolencias

 

¿Qué es la lumbalgia?


Se define como lumbalgia el dolor en la parte posterior del cuerpo que se extiende desde las últimas costillas hasta la zona inferior del glúteo  y puede o no estar asociado con dolor referido a una o ambas extremidades inferiores (2) (3), claramente esta definición tiene muy poco valor ya que solamente se basa en la descripción de los síntomas sin tener en cuenta la fisiopatología del dolor lumbar.

Si nos atenemos a las causas de la lumbalgia nos damos cuenta de todo el camino que tenemos por delante para entender por completo los aspectos de esta patología, y es que si agrupamos por categorías el dolor lumbar según Bardin et al. (4) Aquellos relacionados con patologías espinales graves como fracturas, infecciones o tumores representan aproximadamente un 1%. Los causados por estenosis de la raíz nerviosa, radiculopatía o compresión nerviosa entre un 5%  y 10% , lo que nos deja entre de un 90 a un 95% de casos en los que no sabemos la causa, es decir, lo que se llama lumbalgia inespecífica.

 

Prevalencia de la lumbalgia (proporción de individuos que sufren lumbalgia).


La prevalencia de la lumbalgia en España estimada por el estudio EPISER promovido por la sociedad española de reumatología, arroja unos datos de una prevalencia puntual para mayores de 20 años de un 14,8%  y estima que las posibilidades de la población de tener un episodio de lumbalgia en un periodo de 6 meses es de un 44,8% y por último la prevalencia de personas con dolor lumbar crónico en España se estima en un 7,7%.

Estos datos revelan que el dolor lumbar o lumbalgia es un problema de gran importancia debido al gran número de casos, la gran cantidad de recursos se requieres su tratamiento y la gran discapacidad que provoca esta condición.

Punto y aparte se merece la conclusión que se extrae del estudio en la que se indica que en la entrevista médica no se realiza la anamnesis ni la exploración adecuada y que el 80% de las lumbalgias son de causa desconocida.

 

¿Cuales son los factores de riesgo a la hora de padecer lumbago o lumbalgia?


La búsqueda de factores de riesgo se utiliza en ciencias de la salud, para identificar las causas que es más probable que hagan que un individuo sufra una patología en el futuro, y así poder controlar la exposición a estos factores y prevenir la enfermedad, en el caso de la lumbalgia o dolor lumbar la literatura científica identifica más de 50 factores de riesgo de los cuales 34 están relacionados con las características individuales, estado general de salud y aspectos físicos o psicológicos, sin embargo la mayoría de factores de riesgo muestran un nivel de evidencia moderado, lo cual nos hace pensar en una causa multifactorial. A continuación describiremos algunos aspectos de los diferentes factores.

  • Mal estado general salud: Algunas revisiones sistemáticas como la de Tailor JB (5) et al relacionas aspectos como la obesidad con un indice de masa corporal por encima de 24, el tabaquismo o la presencia de otras afecciones crónicas de salud son factores importantes a tener en cuenta.
  • Aspectos físicos: Coennen et al (6) muestran en su meta-análisis como puede existir una relación entre trabajos en los que se levanten cargas por encima de 25kg o se trabaje en periodos de tiempo prolongado con los brazos elevados por encima de la cabeza y el dolor lumbar.
  • Factores psicosociales: Pinheiro et al. (7) Relacionan factores tales como, síntomas de depresión, trabajos monótonos o estresantes e insatisfacción general con la vida con el dolor lumbar y los identifican como factores a tener en cuenta e indicadores de riesgo de padecer lumbalgia.

 

¿Qué dice la evidencia a cerca del tratamiento de la lumbalgia o dolor lumbar?


Las guías clínicas y la evidencia que tenemos actualmente en cuanto al tratamiento de la lumbalgia inespecífica que como ya hemos comentado se estima en España en un 80% de los casos dividen el abordaje de la lumbalgia por los profesionales sanitarios en una primera y una segunda línea de intervención.

En la primera linea de intervención lo más importante es la realización de una buena anamnesis (conjunto de datos que se recogen en la historia clínica de un paciente con un objetivo diagnóstico) e inspección del paciente, la cual se realiza en muy pocas ocasiones, con el fin de detectar lo que se denominan banderas rojas, señal de patología grave, la educación del paciente en cuanto a lo que ocurre en su proceso así como proveer al paciente de estrategias de automanejo animándolo a permanecer el mayor tiempo posible activo y a incorporarse al trabajo lo antes posible, son recomendaciones esenciales de las actuales guías clínicas.
El tratamiento farmacológico tiene muy poca evidencia, se desaconsejan medicamentos como el paracetamol por no ser más eficaces que el placebo, los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) tienen una eficacia escasa y clínicamente no relevante, los relajantes musculares son recomendados durante la fase aguda con un moderado efecto y los opioides no se recomiendan debido a que en muchos casos los riesgos que aportan superan a los beneficios.

En la segunda linea de intervención se atiende a los pacientes con los que la primera linea de intervención no ha tenido resultado y presentan un riesgo de cronificación.
En esta linea el tratamiento no farmacológico basado en la educación, el ejercicio y la terapia manual es el abordaje preferente debido a los beneficios en cuanto a dolor y mejora de la capacidad del paciente (8).

 

¿Cómo puede la fisioterapia ayudar al tratamiento de la lumbalgia?


El fisioterapeuta es el profesional sanitario mejor colocado para el abordaje de los pacientes que padecen lumbalgia ya que está capacitado para realizar una buena exploración clínica del paciente identificando banderas rojas y derivando al paciente si es necesario, tiene el tiempo suficiente para educar adecuadamente a los pacientes y los conocimientos necesarios para realizar ejercicio terapéutico y terapia manual recomendados para el tratamiento de la lumbalgia.

En tratamiento de la lumbalgia crónica la fisioterapia es una herramienta que va adquiriendo cada vez más protagonismo en nuestra sociedad, colaborando ya de forma activa en algunas unidades especializadas en el tratamiento de dolor crónico con un éxito considerable como muestran los fisioterapeutas Miguel Angel Galán y Federico Montero en su reciente estudio clínico «Efecto de un programa basado en educación en neurociencia y ejercicio físico en pacientes con dolor crónico músculo esquelético», desarrollado en España abordando a los pacientes aquejados de dolor crónico desde una vertiente no farmacológica basada en educación sobre el dolor y ejercicio.

 

 

Bibliografía


    1. Josep Maria Haro,Stefanos Tyrovolas,Noe Garin, Cesar Diaz-Torne, Loreto Carmona, Lidia Sanchez-Riera,Fernando Perez-Ruiz, and Christopher JL Murray The burden of disease in Spain: results from the global burden of disease study 2010
    2. Hartvigsen J, Hancock MJ, Kongsted A et al. What low back pain is and why we need to pay attention. Lancet 391(10137), 2356–2367 (2018).
    3. Hoy D, Bain C, Williams G et al. A systematic review of the global prevalence of low back pain. Arthritis Rheum. 64(6), 2028–2037 (2012).
    4. Bardin L, King P, Maher B. Diagnostic triage for low back pain: a practical approach for primary care. Med. J. Australia 206(6), 268–273
      (2017).
    5. Taylor JB, Goode AP, George SZ, Cook CE. Incidence and risk factors for first-time incident low back pain: a systematic review and meta-analysis. Spine J. 14(10), 2299–2319 (2014).
    6. Coenen P, Gouttebarge V, Van Der Burght AS et al. The effect of lifting during work onlow back pain: a health impact assessment based on a meta-analysis. Occup. Environ. Med. 71(12), 871–877 (2014).
    7. Foster N, Anema J, Cherkin D et al. Prevention and treatment of low back pain: evidence, challenges, and promising directions. Lancet 391(10137), 2368–2383 (2018).
      There references are of interest for clinicians, patients and policymakers who want to get comprehensive summaries of the literature from LBP experts. These selected references contains in depth and updated data from the most recent epidemiological studies in the field of low back, including data from middle-income countries.
    8. Almeida M, Saragiotto B, Richards B, Maher C. Primary care management of non-specific low back pain: key messages from recent clinical guidelines. Med. J. Australia 208(6), 272–275 (2018).
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