¿Qué puedo hacer para mi bienestar físico, mental, emocional y social durante y después del COVID-19?


La OMS define la salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social y no se refiere solamente a la ausencia de enfermedad.
El bienestar emocional consiste en la capacidad de conocer y estar con las emociones, no significa reprimirlas sino en sentirse cómodo al manifestarlas y hacerlo de forma apropiada.
Cuando aprendemos a estar con nuestras emociones se genera con el tiempo un cierto equilibrio y con ello tenemos más probabilidades de experimentar estados de fluidez y de serenidad.
Vivimos en un momento de vulnerabilidad que supone un fuerte impacto emocional y según los recursos de cada uno las gestionamos de una manera u otra.
Miedo, preocupación, ansiedad, incertidumbre, desesperanza se hacen presentes como una respuesta ante la pandemia del Covid-19.
El estrés que nos provoca esta situación podría inhibir la respuesta inmune cuando más se necesita además de ser el principal factor causante de alteraciones o enfermedades orgánicas y puede de forma directa agravar las enfermedades crónicas y de manera indirecta nos lleva a conductas y hábitos poco saludables.

 

¿Qué efectos tiene la relajación en el estrés y la ansiedad?


Mirando hacia la evidencia científica descubrimos muchos estudios relacionados con la meditación, relajación y estados de estrés y ansiedad.
El entrenamiento en la relajación nos permite obtener precisamente una respuesta de relajación sensiblemente contraria a la de tensión, las técnicas de relajación son capaces de activar el sistema nervioso parasimpático y de inhibir parcialmente el funcionamiento excesivo del sistema simpático.
Con la relajación se produce una disminución de la frecuencia cardíaca, disminuye el consumo de oxígeno y la tensión muscular, produciéndose al mismo tiempo un mayor nivel de conciencia corporal. Se desarrolla un estado de satisfacción que acompaña a la percepción para actuar sobre el propio cuerpo de forma voluntaria y lograr unos efectos agradables como la calma, tranquilidad, paz.
En estado de relajación puedo observar donde van mis pensamientos y emociones, tomar contacto de forma clara y definitiva con un estado que me permite observar, conocer, sentir, aceptar, simplemente aprender a estar con todo aquello que siento.
La relajación es una herramienta desde donde se puede mover el propio mundo.

 

¿Qué herramientas puedo utilizar para relajarme?


Respiración

Centrarse y atender el ritmo respiratorio, observar su duración, su intensidad es una de las claves que se pueden utilizar si no tienes práctica en ello. Es una de las formas más sencillas para trabajar el foco interno y aunque los pensamientos y las distracciones pueden aparecer, verlo con normalidad y atender a cada aspecto que se hace presente, es lo que nos va permitir crear cierta flexibilidad.

 

Sonidos externos

Los sonidos más cercanos y los más lejanos nos permiten trabajar el foco externo, pero trataremos de centrarnos en observarlos, sentir como impactan en nuestro cuerpo y nuestra mente, atender un instante desde una actitud abierta y explorar en ello con todos los detalles posibles.

 

Sistema sensorial

La calidez o el frescor del aire como impacta en tu piel, los olores presentes ante una situación concreta, el sabor de un alimento, escuchar una canción lenta y agradable son otras maneras de anclarte en el presente sin analizar ningún elemento, solo dejarse llevar por ello. Aprende a sentir y descubrir sensaciones nuevas.

 

El movimiento

Sobre los movimientos se tiene un cierto control y desde ellos se puede influir para lograr un equilibrio más estable. La relevancia de los movimientos en la relajación, su cese y control voluntario es la esencia de un control efectivo de la tensión. La principal misión del sistema neurológico es la del control del movimiento y mejorarlo significará mejorar la función general.
Controlar la respuesta motora implica modificar la propia respuesta fisiológica, moderarla para que sea efectiva. ¿Cómo se hace? Con práctica.
Las emociones están ligadas a determinados estados de contracción muscular que el cuerpo lee e interpreta, y un estado específico de tensión corresponde un determinado estado emocional.
Lo que podemos comprobar con la práctica es que la musculatura es un intermediario en el proceso del estrés, un intermediario que entrenado desarrollará las transacciones a nuestro favor, ayudándonos a liberar conscientemente la tensión.

Los audios que te presento a continuación representan diferentes formas practicar la de relajación, algunas inspiradas en Jacobson y Schultz.
El médico estadounidense Edmund Jacobson argumentaba que ya que la tensión muscular acompaña a la ansiedad, uno puede reducirla aprendiendo a relajar esta tensión.
Con el entrenamiento autógeno, Johannes Heinrich Schulz desarrolló una técnica de alcanzar un estado de relajación profunda con el poder de su imaginación. En personas que imaginan un intenso calor en sus brazos puede medirse un aumento real de la temperatura, debido al aumento de su riego sanguíneo.

 

 

 

 

 

 

 

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