La displasia de cadera en el adulto, es una patología poco conocida para muchos fisioterapeutas ya que no tiene una gran prevalencia en la población. Muchos no son capaces de identificar sus características clínicas y manejar adecuadamente a los pacientes con esta afectación.
La identificación precoz del paciente adulto con displasia de cadera es esencial para intentar evitar los efectos a largo plazo de esta afectación.
En este post hablaremos de la definición y características del paciente adulto con displasia de cadera, la valoración del paciente y las posibles alternativas de tratamiento para la displasia de cadera.

 

¿Qué es la displasia de cadera del adulto?


Se denomina displasia de cadera del adulto a la característica clínica y radiológica en la que el desarrollo del acetábulo (parte de la pelvis donde encaja la cabeza del fémur), se ve alterada, dando lugar a un crecimiento incompleto y/o una deformidad con un techo aplanado e inclinado superiormente. Esto repercute en una insuficiente cobertura de la cabeza femoral y puede llevar a inestabilidad de cadera y a osteoartritis prematura.

Esta falta de cobertura de la cabeza femoral por parte del acetábulo, puede variar en su severidad, pudiendo ser leve o, en los casos más graves, provocar la luxación de la cadera.

Es importante tener en cuenta que, la displasia de cadera en el adulto, puede estar acompañada de otras alteraciones de la forma del fémur, como coxa vara o valga, cadera tipo cam o anteversión del cuello femoral.

Debemos saber, que la displasia de cadera, no solo tiene que ver con la parte de la articulación perteneciente a la pelvis, el acetábulo, sino también a la correcta congruencia y relación biomecánica entre esta y el fémur. Así, existen otros factores y/o enfermedades que pueden tener un papel determinante en la displasia de cadera en el adulto:

  • Síndrome de Down
  • Necrosis avascular juvenil o enfermedad de Perthes
  • Síndrome de Ehlers-Danlos
  • Neuropatía hereditaria
  • Displasias esqueléticas
  • Poliomielitis
  • Parálisis cerebral

En muchas ocasiones nos será difícil determinar la causa exacta de la displasia, pero esto no debe alejarnos del verdadero foco de atención, que bajo mi punto de vista, debe estar en la severidad de los síntomas del paciente y su capacidad funcional.

Dependiendo de la severidad de la displasia, las cargas a las que se someta a la cadera y la capacidad de estabilizar la misma por parte de los elementos contráctiles (músculos), y no contráctiles (cápsula, ligamentos) del paciente, la articulación coxo-femoral (articulación de la cadera) y el labrum (cartílago situado en el borde del acetábulo) se verán sometidas a cargas mayores de lo normal. Por ejemplo, Henak y sus colaboradores determinaron que la carga que soportaba el labrum en una cadera normal 1-2% se veía aumentado hasta un 4-11% en las caderas con displasia determinado que el labrum jugaba un importante rol en la transferencia de las cargas y en la estabilidad articular en la cadera en estos pacientes.

No todas las personas con displasia de cadera desarrollan osteoartritis de cadera, pero debemos tener en cuenta que estos pacientes pueden estar más expuestos a algunas situaciones como:

  • Mayores posibilidades de tener laxitud capsular.
  • Cargas anormales de cizallamiento sobre la cadera
  • Condromalacia
  • Lesiones en el labrum del borde acetabular

Aunque seamos conscientes de esta posibilidad de osteoartritis prematura, y de los posibles cambios articulares relacionados con la displasia de cadera, la severidad de los síntomas y la capacidad funcional del paciente, no solo depende de esto. Como fisioterapeutas, debemos colaborar con el paciente para mejorar su calidad de vida y reducir sus síntomas todo cuanto sea posible.

 

Valoración del paciente con displasia de cadera


La valoración del paciente podría dividirse en tres diferentes apartados.
Inicialmente se realiza una recogida de información acerca de las características de los síntomas del paciente, de cómo se iniciaron estos síntomas y cómo afecta a su vida diaria, profesional o deportiva como aspectos principales.

Para reconocer al paciente con displasia de cadera debemos conocer sus características clínicas, que aunque no son únicas de esta patología, sí pueden aumentar el índice de sospecha hacia su diagnóstico. Estas son algunas de las características a tener en cuenta:

  • Las personas afectadas de displasia de cadera son en mayor porcentaje mujeres
  • Es importante tener en cuenta antecedentes familiares
  • La mayor parte refiere dolor principalmente en la zona inguinal y en menor medida glútea
  • El dolor aparece al caminar especialmente con zancadas largas, correr o permanecer un periodo largo de tiempo de pie
  • Las posiciones que requieran extensión y rotación externa de cadera, serán especialmente irritantes.
  • Suelen presentar chasquidos en la cadera y sensación de inestabilidad
  • El rango articular de movimiento suele ser normal o limitado por dolor, pero no por un tope articular

Una vez se ha recogido esta información, el fisioterapeuta experimentado puede reconocer el patrón clínico y generar una hipótesis de lo que le ocurre al paciente, esta hipótesis debe confirmarse a través de una combinación de test ortopédicos aumentando así el porcentaje de acierto en el diagnóstico.

 

Fisioterapia para displasia de cadera

TEST DE FABER

 

Por último, los pacientes en los que se sospeche de una posible displasia de cadera, necesitarán una prueba complementaria por imagen, radiografía o resonancia magnética, o tomografía computarizada para confirmar el diagnóstico de displasia de cadera.

En la radiografía de cadera, que es la prueba más común con la que los pacientes acuden a nuestra consulta. El fisioterapeuta deberá ser capaz de identificar y medir adecuadamente al menos el ángulo de Wiberg o ángulo de CE (ángulo de centro-borde) y el ángulo de Tönnnis ( ángulo de techado externo horizontal).
Esta no es una labor específica del fisioterapeuta, pero si en las radiografías con las que acude el paciente no se han tomado estas medidas, es muy importante saber reconocerlas.

 

Radiografía de cadera con displasia

 

 

Tratamiento de la displasia de cadera del adulto


El tratamiento del paciente con displasia de cadera variará dependiendo del grado de displasia, la capacidad funcional del paciente, el grado de afectación en la articulación de la cadera (artrosis, rotura del labrum) y la estabilidad de la cadera, pudiendo tener tratamiento de fisioterapia o tratamiento quirúrgico.

El tratamiento de fisioterapia para la displasia de cadera es más exitoso en los pacientes en los que el grado de displasia es límite (con un CE entre 20º y 25º) y no tienen una gran afectación de la articulación coxofemoral.

Los aspectos más importantes del tratamiento de fisioterapia son la educación del paciente, el manejo de las carga y el ejercicio, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:

● Minimizar el tiempo en posiciones en final de rango articular
● Minimizar cargas, rápidas, repetitivas y mantenidas
● Modificación de la forma de caminar si es necesario
● Optimización de la capacidad de los músculos estabilizadores de cadera
● Control neuromotor y fortalecimiento gradual
● Manejar las características clínicas individuales y evitar las cargas adversas

En cuanto al tratamiento quirúrgico, debemos decir que puede ser inevitable en alguno de los casos, y que dependiendo de las características del paciente y el grado de afectación puede realizarse una osteotomía periacetabular, una artroscopia de cadera o una artroplastia total de cadera.

Para someterse a estas intervenciones debe realizarse un profundo análisis de la situación y las características del paciente y no deben tomarse a la ligera.

Cada intervención está más indicada para unos casos u otros, la osteotomía periacetabular, está más indicada para pacientes con inestabilidad de cadera pero sin una gran osteoartritis. Si la osteoartritis de cadera es muy avanzada se suele realizar una artroplastia total de cadera, y para los pacientes con una cadera estable y sin una gran osteoartritis, se suele recomendar una artroscopia de cadera. En cuanto a esta última Adler y Giordano 2019 recomiendan un uso cauteloso ya que puede favorecer la inestabilidad futura de cadera.

 

Bibliografía


Henak CR, Ellis BJ, Harris MD, Anderson AE, Peters CL, Weiss JA. Role of the acetabular labrum in load support across the hip joint. J Biomech. 2011 Aug 11;44(12):2201-6. doi: 10.1016/j.jbiomech.2011.06.011. Epub 2011 Jul 14. PMID: 21757198; PMCID: PMC3225073.

Adler KL, Giordano BD. The Utility of Hip Arthroscopy in the Setting of Acetabular Dysplasia: A Systematic Review. Arthroscopy. 2019 Jan;35(1):237-248. doi: 10.1016/j.arthro.2018.07.048. PMID: 30611355.

Beltran LS, Rosenberg ZS, Mayo JD, De Tuesta MD, Martin O, Neto LP, Bencardino JT. Imaging evaluation of developmental hip dysplasia in the young adult. AJR Am J Roentgenol. 2013 May;200(5):1077-88. doi: 10.2214/AJR.12.9360. PMID: 23617493.

 

 

 

 

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